jueves, 8 de noviembre de 2007

Matrix y el gran conflicto

Si la realidad que te rodea – tu dormitorio, la silla en la cual te sientes, el coche que manejas, todo – no pasara de un sueño o una simulación de la realidad, ¿cómo sabrías de eso? Y si supieras, ¿cómo libertarte e ingresar en un mundo real? Ese es más o menos el telón de fondo de una trilogía que involucra futurismo, teología, inteligencia artificial, filosofía y efectos especiales inéditos, y que ha arrebañado legiones de fanáticos por todo el mundo.

La primera película de la secuencia Matrix ganó cuatro Oscar, recaudó 460 millones de dólares y fue el primer DVD a vender más de 1 millón de copias. Las escenas de acción en cámara lenta, las luchas coreografiadas, las ropas y los temas cyberpunk sirvieron de inspiración para decenas de películas, videojuegos y propagandas que surgieron después. Más que eso, Matrix revolucionó la forma de hacer cinema y ha sido considerada una película de valor histórico, cuya importancia puede ser comparada a obras como 2001 – Una Odisea en el Espacio y Blade Runner.

Matrix cuenta la historia del hacker Thomas, apodado de Neo (Keanu Reeves), que encuentra a un hombre lleno de trucos llamado Morpheus (Laurence Fishburne). Él toma una píldora roja y descubre que los ordenadores simulan toda la “realidad”, un enorme mundo virtual llamado Matrix. La “verdadera realidad” es un futuro en el cual las máquinas se apoderaron de todo y mantienen los humanos en cápsulas, donde usan la energía que tienen para abastecer un gigantesco sistema de inteligencia artificial, mientras que su mente es mantenida en una especie de sueño, una realidad virtual. Morpheus es el líder de un grupo de rebeldes que quiere libertar a los humanos de las máquinas y cree que Neo es el salvador esperado, algo como el “Mesías”. Después de muchos entrenamientos, Neo consigue trascender la realidad de Matrix, desafiar las leyes de la física y ganar poderes sobrehumanos.

** SALIENDO DE LA CAVERNA

Dejando la ficción de lado, lo que llama la atención, también, en la película son las varias referencias al cristianismo. Neo es tenido como el libertador y resucita al final de la historia. Él es amigo de Apoc (Apocalipsis) y Trinity “trinidad”, (en inglés). La última ciudad humana, Zion, es una referencia a la bíblica Sión, y la nave de Morpheus fue bautizada con el nombre de Nabucodonosor.

Además del apelo religioso, hay también un telón de fondo filosófico en la propia base del enredo. Casi llega a parecer un plagio del famoso mito de la caverna, de Platón, escrito hace casi 2.400 años, y que describe personas presas en una caverna sin saber que existe “otro mundo” fuera.

Se puede percibir, también, una pizcadita de las ideas del pensador francés del siglo 18 René Descartes. Basta con leer sus palabras para notar la semejanza con Matrix: “Cuando pienso sobre mis sueños claramente, veo que nunca existen señales ciertas por los cuales estar despierto puede distinguirse de estar durmiendo. El resultado es que me quedo mareado y ese sentimiento sólo refuerza la idea de que yo puedo estar soñando.” Descartes imaginó la posibilidad de que un terrible demonio está constantemente dando la ilusión de que todas las certezas humanas son correctas, cuando en realidad ellas no harían cualquier sentido. El filósofo concluye que, como no se puede probar si ese demonio existe o no, ninguna de sus opiniones era segura.

** REALIDAD

Haciendo una búsqueda a través de las páginas de la Biblia, se puede percibir que Descartes llegó muy cerca de la verdad. De hecho, hay un demonio profundamente interesado en trasmitir la idea de que esta es la única realidad a nuestro alcance. Lucifer, el ángel rebelde, después de dar inicio al que conocemos como el gran conflicto cósmico, introdujo el virus de la maldad en este mundo y busca de todas formas concebibles mantener las personas en esta inmensa “matrix” de pecado, sin perspectivas de futuro allá de la sepultura y ajenas al que ocurre por detrás de los bastidores del gran drama espiritual. Con sus artimañas, él consigue hacer más o menos lo que las tres películas Matrix hacen con sus espectadores: los paraliza, los anestesia para la realidad verdadera. Como escribió Arnaldo Jabor, en el periódico O Estado de S. Paulo, del 17 de junio, comentando la segunda película de la trilogía (Matrix Reloaded), “la acción en la pantalla es incesante, de modo que nos paraliza la vida; el conflicto es permanente, de modo que priva el espectador de ver sus conflictos reales”.

El conflicto es contra el pecado en sus diversas formas. Pero, en el contexto bíblico, la gran diferencia en cuanto a la historia presentada en Matrix es que, diferentemente de la película, los que vencen el mal habitarán nuevos cielos y nueva tierra; un lugar donde no habrá más dolor, tristeza o muerte. En la película, es comprensible que algunos humanos no quieran dejar su mundo virtual, cuando descubren que el mundo real está arrasado. Pero, hablando de la “matrix del pecado”, salir de ella es indudablemente un buen negocio.

Michelson Borges es periodista, miembro de la Sociedad Creacionista Brasileña y autor de los libros A História da Vida (La Historia de la Vida), Por Que Creio (Porque Creo) y Nos Bastidores da Mídia (En los Bastidores de los Medios).

Traducido por Cleber Reis (Uberlândia, Minas Gerais, Brasil) – e-mail: cleber_reis@hotmail.co
Corregido por José Arenas (Florida - Puerto Rico) – e-mail: nomeck10@yahoo.com